es la opción para encontrar la razón,
para dotarme de agua ligera en este tiempo de sequia,
Tengo en las manos las conchas de mar
y cada día las empuño fuerte para retomar el camino
con lentos sonidos de verdad,
El cuerpo viaja colmado de luces matizadas,
de respuestas sabias y convicciones dignas
las que el néctar de unos ojos honestos supo derrochar,
Los sonidos de unas manos alternas han quebrantado mis barreras,
y presiento que hoy debo de avanzar,
dejar de lado los sacos cargados con la sed de mi alma,
Los tiempos aunque inciertos
van dejando que la nostalgia construya senderos
con significados colmados de ganas de no volver a perder,
Voy dejando volar esas aves
las que habitan mi forma de ser,
bailo de noche con mis intentos de crecer,
Le ofrendo un grito de justicia a la luna,
me vuelvo cómplice de las causas en que suelo creer,
y la tempestad en el mar hace nacer con más ganas las palabras,
Los barcos a la orilla de la playa prenden las velas,
zarpan con todo lo que debo de entregar
con lo que no es mío sino de los forjadores de visiones urgentes.
No importa que las luces se rompan entre oscuros secretos,
queda en el alma revolucionaria el anhelo que es lo único que basta
y así se levantara la esencia y la música de los sueños para completar el camino ardiente.
